"Sin información no es posible la solidaridad"
A los 7 años, tras la muerte de su madre en un parto, José Pérez Bernal lo decidió: iba a ser pediatra. Sin embargo, la aparición de la especialidad de Medicina Intensiva trastocó sus planes el año en que acababa su formación en Pediatría en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, donde terminó por ser responsable de la Unidad de Trasplantes de la UCI.

En 2001, tras la recomendación de sus compañeros, se plantó la semilla para que Pérez Bernal se convirtiera en Coordinador de Trasplantes de Sevilla y Huelva, un cargo que ocupó durante once años:"Decidí que había que sacar el hospital a la calle y concienciar a la gente en sus pueblos, en los colegios, en institutos o en las asociaciones. Sin información no es posible la solidariad".
Regresó a la UCI sin cejar en el empeño de seguir promocionando la donación "en mis horas libres y tras mi reciente jubilación he aumentado la actividad. He superado las 1.800 conferencias y recorrido 96 pueblos de Sevilla, siempre acmpañado de los protagonistas: donantes y trasplantados". A Pérez Bernal le gustaría ser recordado como un luchador incansable centrado en el fomento de la donación en la sociedad y como un pionero en la humanización de las UCI.
En cuanto a la salud de la sanidad española, se muestra crítico:"La sanidad pública, tras conocer una larga etapa gloriosa, está en franca decadencia. La sanidad privada ya supera su nivel". Según él, la pública está demasiado politizada y gestionada por "políticos con escasa formación y donde deciden directivos que llegaron a sus puestos por afinidad con cada poder autonómico. Ello ha provocado la desmotivación actual y la fuga de muchos médicos a la sanidad privada".
No obstante, Pérez Bernal recomienda a los jóvenes médicos "que nunca traten patologías, sino enfermos, y que no se dejen deslumbrar por las tecnologías, que quedarán anticuadas; sólo son instrumentos al servicio del enfermo".

Tras 43 años de trabajo vocacional y entregado también hay momentos dulces y los más destacados han sido "los nacimientos de los hijos de mujeres trasplantadas de hígado, corazón o riñón, a las que he conocido en UCI en fase terminal y que, tras volver a nacer, han podido ser madres. Son el triunfo de la Medicina, de la solidaridad y de la lucha por la vida. Les llamo hijos de la solidaridad y soy padrino de algunos".
Fuente: diariomedico.com
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